lunes, 16 de abril de 2007

Las piezas bucales

El Labro
Funciona como un labio superior ya que es una placa situada debajo del clípeo en la parte anterior de la cabeza y justamente enfrente de las piazas bucales. Su función es evitar que el alimento se salga debido a que ayuda a formar una cavidad oral, en donde es succionado o movilizado por una hipofaringe.

Las Mandíbulas

Son apéndices pares fuertemente esclerotizados, cada uno de ellos están constituidos en una sola pieza sin segmentación. Tiene movimientos laterales y se articula con la cápsula cefálica en dos puntos, uno anterior y otro posterior. Su función es la de cortar el alimento en trozos pequeños cuando se trata de insectos masticadores.
Las Maxilas
Son apéndices pares, se ubican detrás de las mandíbulas, segmentadas y en cada una de ellos se insertan los palpos en posición medio lateral. Los palpos son órganos sensoriales encargados de percibir los sabores. El segmento basal de la maxila se denomina “cardo”, el segundo es el estipe el cual tiene un lóbulo llamado palpífero en donde se inserta el palpo. El estipe tiene al final dos estructuras con forma de lóbulo, y este a su vez, con dos partes: la lacinia tiene apariencia de cuchilla y se ubica en el interior y la galea con forma de cuchara, ubicada en la parte exterior. La maxila presenta grandes variaciones en los insectos masticadores, sobre todo en los palpos y los lóbulos terminales.

El Labium

Se le considera como un labio inferior ya que en conjunto con el labro, forman una cavidad oral en donde el alimento es cortado, desmenuzado en fragmentos más pequeños y tragado con la ayuda de la hipofaringe. Se cree que el labium evolucionó de dos maxilas que se fusionaron a lo largo. El labium se encuentra detrás de las maxilas. Es una estructura muy segmentada, dividida en el medio por una sutura transversal en dos porciones: un postmentón basal y un mentón distal. En algunos insectos primitivos como el grillo, el postmentón está dividido en un submentón basal y un mentón distal. A los lados del prementón se insertan un segundo juego de palpos (uno a cada lado) y un grupo de lóbulos apicales que constituyen la lígula. La lígula consiste en un par de lóbulos pequeños: la glosa en la parte interna y la paraglosa en la parte más exterior.


Modificaciones del Aparato bucal

Existen varias formas de catalogar los diferentes tipos de aparatos bucales que han desarrollado los insectos a través de su evolución. Podemos distinguir dos arreglos básicos, el primero se da en los insectos entognatos en donde las piezas se encuentran por completo dentro de la cápsula cefálica y no son visibles desde afuera, como ocurre en los órdenes Protura y Collembola. En los insectos ectognatos, las piezas bucales se encuentran más expuestas y se pueden apreciar desde afuera, a los lados de la parte inferior de la cabeza. La mayoría de los insectos han seguido esta última tendencia y además, algunos grupos han desarrollado variaciones impresionantes en el arreglo forma y tamaño de las mandíbulas, las maxilas y el labium, de acuerdo a la forma en que se alimentan. Los insectos ectognatos presentan dos modificaciones básicas: a) El aparato bucal del tipo masticador y b) El aparato bucal del tipo chupador.

Aparato bucal Masticador

En este caso, los apéndices usualmente se encuentran completos con algunas modificaciones secundarias, se mueven lateralmente, con un diseño apropiado para cortar y macerar alimentos sólidos. Los depredadores están armados con dentículos afilados en las partes apicales de las mandíbulas para atrapar con mayor facilidad a su presa. En cambio en los insectos consumidores de plantas o fitófagos, los dentículos no son menos puenteagudos. Sus mandíbulas tienden a ser obtusamente anguladas para cortar, y junto con los molares, desmenuzan el alimento. Aparte de su función básica en el proceso de alimentación, también hay modificaciones sustanciales para la defensa, el cortejo, la construcción de refugios o nidos, e incluso el apareamiento. El aparato masticador es el más primitivo y se encuentra en los adultos de los órdenes Thysanura, Diplura, Collembola, Orthoptera, Dermaptera, Psocoptera, Isoptera, Neuroptera, Mecoptera, Trichoptera, Coleoptera e Hymenoptera, así como en los estados larvales de muchos insectos. Unos pocos insectos mandibulados como las abejas y algunas larvas, obtienen su alimento en forma líquida por medio de la succión a través de un canal formado por el resto de las partes bucales. A este sistema se le denomina como masticador chupador. En las abejas, el labium y las maxilas se han modificado en una estructura parecida a una lengua, móvil y extensible para chupar el néctar. Las larvas de la hormiga león (un neuróptero de la familia Myrmeleontidae), tienen las mandíbulas y las maxilas alargadas y succionan los fluidos de sus presas a través de un canal en medio de las estructuras. Algunas larvas de escarabajos de la familia Dytiscidae también chupan los fluidos de sus presas a través de canales en las mandíbulas.


Aparato bucal chupador

Una o más piezas bucales han modificado en una estructura tubular alargada para chupar el alimento líquido, e involucra a insectos de diferentes órdenes que no están relacionados entre si y en estos casos, algunas partes se reducen o se pierden. Para ello cuentan con un cibario o una hipofaringe, que en forma aislada o combinada funcionan como una bomba de fluidos. El sistema picador chupador tiene ocho modificaciones básicas que se aprecian en los trips (Orden Thysanoptera), los chinches verdaderos (Orden Hemiptera), los saltahojas, las chicharras, los fulgóridos y las cigarritas (Orden Homoptera), los mosquitos y la mayoría de las moscas (Orden Diptera), las pulgas (Orden Siphonaptera), los piojos (Orden Mallophaga) y las mariposas (Orden Lepidoptera).

Cesar Navarro

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