lunes, 11 de junio de 2007

cesar navarro

Estrategias de control biológico
El control biológico puede llevarse a cabo a través de una acción intencionada, directa, por parte del hombre o bien a través de acciones indirectas mediante el manejo de las interacciones existentes en el agroecosistema.
En función de esto, caben distinguir 3 estrategias básicas de aplicación del control biológico: importación e incremento, como resultado de la intervención directa del hombre, y conservación como resultado de acciones indirectas. Algunos autores (Dent, 1995) definen dos estrategias adicionales al considerar al mismo nivel que las anteriores las estrategias de inoculación e inundación; sin embargo en este caso se va a seguir el esquema clásico, por lo que se considerarán estas dos últimas como tipos especiales dentro de la estrategia de incremento.

Importación
Se puede decir que el control biológico inicia su desarrollo con el éxito obtenido en 1880 tras la importación a EE.UU. desde Australia del coccinélido Rodolia cardinalis para el control de una plaga exótica en América, la cochinilla acanalada Icerya purchasi. De esta forma se plantea la estrategia de importación como la introducción de un enemigo natural para el control de un agente exótico productor de daños. A pesar de la aparente sencillez del planteamiento, su puesta en práctica requiere una serie de pasos, en ocasiones sumamente especializados.
Desde entonces, ha sido la técnica más frecuentemente utilizada contra plagas introducidas en nuevas áreas y establecidas de forma permanente sin un complejo de enemigos naturales asociado; habiéndose introducido tanto invertebrados como vertebrados, así como también microorganismos en áreas agrícolas, naturales y urbanas.
La principal ventaja de esta estrategia de control biológico es la posibilidad de obtener niveles de control permanentes, resultando, a pesar de la inversión inicial, una relación costo/eficacia muy favorable, que algunos autores estiman en una proporción de 30:1 (Cate, 1990), la más alta obtenida en cualquier sistema de control de organismos perjudiciales.
Recientemente, se está sugiriendo e incluso aplicando esta estrategia para el control de organismos perjudiciales nativos que no presentan enemigos naturales eficaces o cuando el control natural no es capaz de limitar las poblaciones a las densidades requeridas por la agricultura intensiva. Sin embargo en la actualidad se discute la inconveniencia ecológica de introducir especies en lugares donde antes no existían. Por ello, la técnica clásica de importación sólo debe aplicarse para el control de organismos nocivos foráneos habiendo realizado previamente serios estudios ecológicos con objeto de evitar desplazamientos de los enemigos naturales autóctonos.

Incremento
La estrategia de incremento consiste en aumentar artificialmente la población de enemigos naturales con objeto de producir una mayor tasa de ataque y con ello una disminución de la población del agente productor de daños; esta estrategia tiende a ser utilizada en situaciones donde el control natural está ausente o se encuentra a niveles demasiado bajos para ser efectivos.
Tradicionalmente, ha sido una técnica considerada prohibitiva en la mayor parte de las aplicaciones debido al elevado costo de producción y aplicación de las liberaciones de enemigos naturales; sin embargo, cada vez más aparecen empresas especializadas o administraciones públicas que ofrecen el material dispuesto para su liberación o aplicación a un costo que lo hace perfectamente viable. El gran éxito de esta técnica surge con los cultivos protegidos debido a que son sistemas cerrados, con problemas constantes, ambiente controlado y producción elevada tanto en cantidad como en valor económico.
En función de las características de aplicación y planteamiento del control es posible diferenciar dos tipos fundamentales: inoculación, con finalidad preventiva; e inundación, con finalidad curativa.

Inoculación: la inoculación es una estrategia utilizada cuando es posible una cierta permanencia del enemigo natural en el cultivo pero que es incapaz de vivir sobre él de forma permanente. Las liberaciones inoculativas se hacen al establecimiento del cultivo para colonizar el área durante el tiempo de permanencia del cultivo (o estación climatológica) y de esta forma prevenir los incrementos de la densidad del agente perjudicial.
Inundación: la estrategia de inundación consiste en liberaciones de un número muy elevado de enemigos naturales nativos o introducidos, generalmente patógenos, para la reducción de la población del agente dañino a corto plazo cuando la densidad alcanza niveles de daño económico. Esta estrategia es muy similar a la aplicación de productos fitosanitarios tanto en sus objetivos como en su formulación y aplicación.

Conservación
La estrategia de conservación de enemigos naturales es la menos estudiada y la más compleja de las estrategias de control biológico, fundamentalmente debido a que, a diferencia de las anteriores, su aplicación se lleva a cabo a través del manejo de las interacciones del agroecosistema para potenciar la eficacia de los enemigos naturales autóctonos y de esta forma prevenir el ataque a niveles de daño económico de los agentes perjudiciales a las plantas cultivadas.
Para poder llevar a cabo esta estrategia es fundamental la existencia de enemigos naturales que lleven a cabo un control natural de la población que produce el daño, pudiendo actuar sobre los elementos del medio tanto modificando los factores que interfieren con las especies beneficiosas como realizando un manejo de los requerimientos ecológicos que necesitan las especies beneficiosas en su ambiente.
Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Control_biol%C3%B3gico"

beatriz guzman

Control químico indiscriminado
Se basa en el empleo de plaguicidas de amplio espectro, aplicados sistemáticamente según un esquema rígido y preestablecido (“calendario”), realizándose en muchas ocasiones tratamientos sin estar presente la plaga. Generalmente, se combina un número reducido de materias activas, que se repiten varias veces en una misma campaña. Las ventajas de este tipo de estrategia son:
Inicialmente disminuyen los daños producidos por las plagas.
Es un método sencillo y de fácil aplicación por los agricultores.
Los inconvenientes más destacables son:
Aparición de resistencias.
Aparición de nuevas plagas y enfermedades debido a factores como la reducción de la fauna útil, cambios fisiológicos en la planta que mejoran su calidad nutritiva en calidad y cantidad, provocando un aumento del potencial biótico de algunas plagas (trofobiosis), etc.
Alto riesgo de intoxicación para el aplicador, facilidad de aparición de residuos en las cosechas y mayores riesgos de contaminación del medio ambiente.
Incremento de los costes de producción debido al gasto que suponen los plaguicidas y al gasto de tiempo necesario para la aplicación de los tratamientos.

Control químico aconsejado
Consiste en la racionalización de los tratamientos en función de las recomendaciones dadas periódicamente por las Estaciones de Avisos pertenecientes a las Administraciones Autonómicas y por técnicos especialistas, basadas en un profundo conocimiento de la biología de las plagas, que permiten decidir el momento adecuado para su realización, así como los productos fitosanitarios más idóneos. Las ventajas que presenta este método son:
Se produce una reducción del número de tratamientos y mejora su eficacia.
Disminuye la contaminación ambiental y el riesgo de aparición de residuos en las cosechas.

Sus inconvenientes:
Las recomendaciones se realizan a nivel de zonas bastante extensas, no considerando las diferencias microclimáticas que existen dentro de cada área, por lo que existe la posibilidad de realizar tratamientos fuera de plazo o con una cadencia inadecuada.
Las recomendaciones se realizan sin conocer la densidad de plaga en cada parcela, por lo que se siguen empleando productos polivalentes y poco selectivos.
Sigue existiendo riesgo de aparición de resistencias.

Control dirigido
El control dirigido no se limita únicamente a determinar el momento oportuno de tratamiento de un plaga y el producto más efectivo, sino también la necesidad real de la intervención. Se introduce el concepto de “umbral económico de daños”: densidad de plaga a partir de la cual los daños que se ocasiona son superiores al coste de las medidas de control que los evitaría. Las ventajas de su empleo son:
· Se produce un buen control de plagas y enfermedades.
· Se utilizan productos más selectivos y de baja toxicidad, respetando los organismos auxiliares, es decir, los enemigos naturales de las plagas.
· Se reduce el número de tratamientos que se aplican en cada campaña y el nivel de residuos en cosecha.
· Al disminuir el número de tratamientos, se reducen los costes de producción.

Como inconvenientes hay que citar:
· Exige una mayor dedicación por parte del agricultor y/o técnicos especialistas en la determinación de los niveles de plagas de cada parcela.
· El agricultor tiene que asumir un mayor grado de riesgo en sus decisiones.

Protección integrada
Consiste en la integración de las técnicas de lucha química y lucha biológica, así como de todos los posibles medios y técnicas adecuadas, haciendo especial incidencia en la acción limitante del propio medio ambiente. Este sistema completa la racionalización del control químico en las técnicas de lucha dirigida con métodos naturales que satisfagan a la vez exigencias económicas, ecológicas y toxicológicas. Sus ventajas son las siguientes:
Utilización en los tratamientos de los productos menos agresivos para el medio ambiente.
Se produce una reducción del empleo de plaguicidas y de los niveles de residuos.
Hay una reducción de costes.

Como inconvenientes cabe citar:
Necesidad de que el agricultor tenga una importante preparación técnica.
Mayor dedicación en las observaciones periódicas para estimar los niveles de plaga.
· Existe un mayor riesgo en las decisiones.