lunes, 11 de junio de 2007

beatriz guzman

Control químico indiscriminado
Se basa en el empleo de plaguicidas de amplio espectro, aplicados sistemáticamente según un esquema rígido y preestablecido (“calendario”), realizándose en muchas ocasiones tratamientos sin estar presente la plaga. Generalmente, se combina un número reducido de materias activas, que se repiten varias veces en una misma campaña. Las ventajas de este tipo de estrategia son:
Inicialmente disminuyen los daños producidos por las plagas.
Es un método sencillo y de fácil aplicación por los agricultores.
Los inconvenientes más destacables son:
Aparición de resistencias.
Aparición de nuevas plagas y enfermedades debido a factores como la reducción de la fauna útil, cambios fisiológicos en la planta que mejoran su calidad nutritiva en calidad y cantidad, provocando un aumento del potencial biótico de algunas plagas (trofobiosis), etc.
Alto riesgo de intoxicación para el aplicador, facilidad de aparición de residuos en las cosechas y mayores riesgos de contaminación del medio ambiente.
Incremento de los costes de producción debido al gasto que suponen los plaguicidas y al gasto de tiempo necesario para la aplicación de los tratamientos.

Control químico aconsejado
Consiste en la racionalización de los tratamientos en función de las recomendaciones dadas periódicamente por las Estaciones de Avisos pertenecientes a las Administraciones Autonómicas y por técnicos especialistas, basadas en un profundo conocimiento de la biología de las plagas, que permiten decidir el momento adecuado para su realización, así como los productos fitosanitarios más idóneos. Las ventajas que presenta este método son:
Se produce una reducción del número de tratamientos y mejora su eficacia.
Disminuye la contaminación ambiental y el riesgo de aparición de residuos en las cosechas.

Sus inconvenientes:
Las recomendaciones se realizan a nivel de zonas bastante extensas, no considerando las diferencias microclimáticas que existen dentro de cada área, por lo que existe la posibilidad de realizar tratamientos fuera de plazo o con una cadencia inadecuada.
Las recomendaciones se realizan sin conocer la densidad de plaga en cada parcela, por lo que se siguen empleando productos polivalentes y poco selectivos.
Sigue existiendo riesgo de aparición de resistencias.

Control dirigido
El control dirigido no se limita únicamente a determinar el momento oportuno de tratamiento de un plaga y el producto más efectivo, sino también la necesidad real de la intervención. Se introduce el concepto de “umbral económico de daños”: densidad de plaga a partir de la cual los daños que se ocasiona son superiores al coste de las medidas de control que los evitaría. Las ventajas de su empleo son:
· Se produce un buen control de plagas y enfermedades.
· Se utilizan productos más selectivos y de baja toxicidad, respetando los organismos auxiliares, es decir, los enemigos naturales de las plagas.
· Se reduce el número de tratamientos que se aplican en cada campaña y el nivel de residuos en cosecha.
· Al disminuir el número de tratamientos, se reducen los costes de producción.

Como inconvenientes hay que citar:
· Exige una mayor dedicación por parte del agricultor y/o técnicos especialistas en la determinación de los niveles de plagas de cada parcela.
· El agricultor tiene que asumir un mayor grado de riesgo en sus decisiones.

Protección integrada
Consiste en la integración de las técnicas de lucha química y lucha biológica, así como de todos los posibles medios y técnicas adecuadas, haciendo especial incidencia en la acción limitante del propio medio ambiente. Este sistema completa la racionalización del control químico en las técnicas de lucha dirigida con métodos naturales que satisfagan a la vez exigencias económicas, ecológicas y toxicológicas. Sus ventajas son las siguientes:
Utilización en los tratamientos de los productos menos agresivos para el medio ambiente.
Se produce una reducción del empleo de plaguicidas y de los niveles de residuos.
Hay una reducción de costes.

Como inconvenientes cabe citar:
Necesidad de que el agricultor tenga una importante preparación técnica.
Mayor dedicación en las observaciones periódicas para estimar los niveles de plaga.
· Existe un mayor riesgo en las decisiones.

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