lunes, 23 de abril de 2007

modificasion del aparato bucal:Luis G . Paz


Modificaciones del Aparato bucal

Existen varias formas de catalogar los diferentes tipos de aparatos bucales que han desarrollado los insectos a través de su evolución. Podemos distinguir dos arreglos básicos, el primero se da en los insectos entognatos en donde las piezas se encuentran por completo dentro de la cápsula cefálica y no son visibles desde afuera, como ocurre en los órdenes Protura y Collembola. En los insectos ectognatos, las piezas bucales se encuentran más expuestas y se pueden apreciar desde afuera, a los lados de la parte inferior de la cabeza. La mayoría de los insectos han seguido esta última tendencia y además, algunos grupos han desarrollado variaciones impresionantes en el arreglo forma y tamaño de las mandíbulas, las maxilas y el labium, de acuerdo a la forma en que se alimentan. Los insectos ectognatos presentan dos modificaciones básicas: a) El aparato bucal del tipo masticador y b) El aparato bucal del tipo chupador.

Aparato bucal Masticador

En este caso, los apéndices usualmente se encuentran completos con algunas modificaciones secundarias, se mueven lateralmente, con un diseño apropiado para cortar y macerar alimentos sólidos. Los depredadores están armados con dentículos afilados en las partes apicales de las mandíbulas para atrapar con mayor facilidad a su presa. En cambio en los insectos consumidores de plantas o fitófagos, los dentículos no son menos puenteagudos. Sus mandíbulas tienden a ser obtusamente anguladas para cortar, y junto con los molares, desmenuzan el alimento. Aparte de su función básica en el proceso de alimentación, también hay modificaciones sustanciales para la defensa, el cortejo, la construcción de refugios o nidos, e incluso el apareamiento. El aparato masticador es el más primitivo y se encuentra en los adultos de los órdenes Thysanura, Diplura, Collembola, Orthoptera, Dermaptera, Psocoptera, Isoptera, Neuroptera, Mecoptera, Trichoptera, Coleoptera e Hymenoptera, así como en los estados larvales de muchos insectos. Unos pocos insectos mandibulados como las abejas y algunas larvas, obtienen su alimento en forma líquida por medio de la succión a través de un canal formado por el resto de las partes bucales. A este sistema se le denomina como masticador chupador. En las abejas, el labium y las maxilas se han modificado en una estructura parecida a una lengua, móvil y extensible para chupar el néctar. Las larvas de la hormiga león (un neuróptero de la familia Myrmeleontidae), tienen las mandíbulas y las maxilas alargadas y succionan los fluidos de sus presas a través de un canal en medio de las estructuras. Algunas larvas de escarabajos de la familia Dytiscidae también chupan los fluidos de sus presas a través de canales en las mandíbulas.

CESAR NAVARRO

Plantas vs. Insectos
Indirectamente, la alimentación de las plantas depende de los animales, ya que los desechos de estos recuperan los nutrientes del suelo, y general parte del carbono atmosférico que los vegetales requieren para vivir.
Pero algunas plantas, a lo largo de la evolución, han sumado a su régimen habitual la capacidad de alimentarse directamente de animales. ¿Y quiénes suelen ser las principales víctimas? Los insectos.
Existen dos clases de plantas con flores carnívoras: las atrapadoras activas y las pasivas. Entre las primeras, la Dionaea muscipola es la más famosa. Su hoja se cierra como una bisagra cuando un grillo o una araña tiene la mala suerte de tocarla.
Entre los atrapadores pasivos se destacan las plantas jarro, donde toda la hoja funciona como un recipiente. Como en el género Sarracenia de Norte América. Mediante colores y aromas, la presa es atraída hasta el interior del jarro, donde es atrapada y digerida por el líquido de la trampa.
Otras plantas funcionan como un “papel cazamoscas”; es el caso de las especies de los géneros Drosera y Pinguicola. Poseen glándulas en sus hojas, que segregan unas gotas adhesivas. Los insectos voladores, fascinados por el color o el mismo brillo de esas gotas, se posan... y quedan pegados. Sus esfuerzos por escapar excitan más glándulas, y es peor.
La cantidad de presas que puede atrapar una planta carnívora es notable. En un experimento realizado, una hectárea de Drosera capturó en poco tiempo seis millones de mariposas. De las aproximadamente 250.000 especies de plantas con flores, sólo unas 400 son carnívoras. La mayoría subsiste en hábitats pobres en nutrientes. Pero no en insectos.

BEATRIZ GUZMAN

Vida de Insectos
Alimentación

Se podría decir abiertamente que los insectos comen de todo. Aunque tratándose de tres cuartos de millón de especies, eso no debería asombrarnos.
Los jugos de las plantas y también sus hojas y sus tallos y sus raíces; frutas, las que sean; granos de cereales; carne viva o muerta, fresca o en descomposición; madera, papel, telas; sangre (incluida la humana): todo puede ser alimento.
Hay que decir que muchos insectos devoran... a otros insectos. Así, las ninfas de las libélulas o las chinches de agua se alimentan de insectos que andan por allí (y también de pequeños vertebrados acuáticos, como pececitos y renacuajos). Las mariquitas, también llamadas vaquitas de San Antonio, tienen una dieta a base de los pulgones que comen rosales y otras plantas. Por eso las rondan. Incluso se las cría adrede para cuidar el jardín. O sea que no solamente traen buena suerte...
Algunos insectos –como las moscas comunes- no son muy exquisitas al escoger su menú. Lo mismo les da succionar azúcar o frutas que sudor o excrementos.
Otros, en cambio, parecen saber lo que quieren. Tanto, que se los reconoce y denomina por su alimento predilecto, como la chinche de la malva o el escarabajo de la harina o el piojo de los libros. Otro que se devora los libros es el conocido tisanuro o pescadito de plata.
La mayoría de los insectos son herbívoros, y la mayoría de los herbívoros son especialistas. O sea: comen una sola o en todo caso unas pocas especies de plantas. ¿No sería mejor cualquiera? ¿No tendrían así más alimento disponible? No, ellos siguen con su aburrida dieta. ¿Por qué?
El fenómeno admite diversas explicaciones, tal vez complementarias. Ingenuamente se podría pensar: comen esa planta porque les gusta más, porque les atrae más su sabor o su color o lo que sea. Pero no es tan simple.
Una razón posible es que las plantas contienen sustancias defensivas, suerte de venenos para hongos y para insectos. Los insectos, por su parte, han debido desarrollar a su vez mecanismos defensivos contra esos venenos. Y, como sería imposible desarrollar esos mecanismos para diversos venenos, se han especializado en un determinado vegetal.
Otra explicación posible es que cada insecto ha elegido aquellas hojas que por algún motivo (tamaño, forma, color) lo protegen mejor o lo expone menos a sus depredadores naturales.

BEATRIZ GUZMAN

Los Insectos por Dentro
Anatomía
El cuerpo de los insectos está formado por tres regiones principales (llamadas tagmas) con funciones claramente diferenciadas.
La cabeza contiene los órganos sensoriales: las antenas, de diverso tipo pero siempre dos; y los ojos, que pueden ser simples, denominados ocelos y normalmente tres; o compuestos por varios o muchos ocelos: 7 en ciertas hormigas, 4.000 en mosquitos y 12.000 en mariposas.
También en la cabeza está el aparato bucal, sea masticador (el más primitivo), picador-chupador (mosquitos, chinches, piojos), lamedor (abejas) tipo esponja (moscas), tipo sifón o espiritrompa (mariposas), etcétera.
El segundo tagma, el tórax, es el centro de la locomoción, porque lleva las seis patas (cada una articulada en varios segmentos) y las dos o cuatro alas, a veces útiles y a veces no.
Cuando esas alas están algo más endurecidas que en otros grupos, se llaman tegminas. Tegminas tienen los grillos, las langostas, las cucarachas. Cuando las alas están totalmente endurecidas, quitinizadas, se denominan élitros, y quienes los portan son los escarabajos.
El abdomen, finalmente, es el centro de la reproducción. Los insectos presentan sexos separados y muy diferenciados morfológicamente. En su gran mayoría son ovíparos; vale decir, se reproducen mediante los huevos que ponen sus hembras.

PICADURAS DE INSECTOS

Nombres alternativos
Picadura de chinche; Picadura de abeja; Picaduras: insectos, abejas y arañas; Picadura de la araña viuda negra; Picadura de la araña reclusa parda; Picadura de pulga; Picadura de abeja o avispón; Picadura de piojo; Picadura de ácaro; Picadura de escorpión; Picadura de araña; Picadura de avispa; Picadura de la avispa amarilla
Definición
Las mordeduras y picaduras de insectos pueden causar una reacción cutánea inmediata. Las mordeduras de las hormigas rojas y las picaduras de abejas, avispas y avispones generalmente son dolorosas. Es más probable que las picaduras de mosquitos, pulgas y ácaros causen picazón antes que dolor.
Consideraciones generales
En la mayoría de los casos, las mordeduras y picaduras pueden ser tratadas en casa fácilmente; no obstante, algunas personas tienen reacciones alérgicas graves. Esta es una reacción alérgica potencialmente mortal llamada anafilaxia que requiere atención médica urgente. Las reacciones severas pueden afectar al cuerpo entero y pueden ocurrir muy rápidamente, a menudo en cuestión de unos pocos minutos. Si no se tratan, estas reacciones severas pueden convertirse en mortales rápidamente. Se debe llamar inmediatamente al 911 (en los Estados Unidos), si hay una persona que tiene problemas al respirar o cae en estado de shock.
Algunas picaduras de arañas, como la viuda negra o la reclusa parda, también son serias y pueden ser mortales. La mayoría de las picaduras de arañas, sin embargo, son inofensivas. En caso de haber sido mordido por un insecto o araña, se debe llevar el animal para que sea identificado si se puede hacer de manera rápida y segura.
Síntomas
Los síntomas que no implican una urgencia varían de acuerdo con el tipo de insecto y la persona. La mayoría de las personas experimentan dolor localizado, enrojecimiento, hinchazón o picazón. También se puede experimentar una sensación de ardor, entumecimiento u hormigueo.
Primeros auxilios
Para emergencias (reacciones severas):
Examinar las vías respiratorias y la respiración de la víctima. Si es necesario, se debe llamar al 911 (en los Estados Unidos) e iniciar respiración boca a boca y RCP.
Confortar a la víctima, tratando de mantenerla calmada.
Quitar anillos cercanos y artículos que puedan constreñir debido a que el área afectada se puede hinchar.
Utilizar el estuche de epinefrina (Epi-pen) de la víctima o cualquier otro artículo de botiquín de primeros auxilios, si existe uno (algunas personas que tienen reacciones severas a insectos llevan uno consigo.)
Si es necesario, tratar a la víctima en caso de señales de shock y acompañarla hasta que llegue la asistencia médica.
Medidas generales para la mayoría de mordeduras y picaduras:
Quitar el aguijón si está presente raspando con la parte posterior de una tarjeta de crédito o algún otro objeto de borde recto. No utilizar pinzas, ya que éstas pueden apretar el saco del veneno y aumentar la cantidad de veneno liberado.
Lavar muy bien el área afectada con agua y jabón.
Cubrir el sitio de la picadura con hielo (envuelto en un trozo de tela) por 10 minutos, retirarlo por 10 minutos y repetir el proceso.
Si es necesario, tomar un antihistamínico o aplicar cremas que reduzcan la picazón.
Mantener a la víctima bajo observación por varios días para asegurarse de que no presente señales de infección (como aumento del enrojecimiento, hinchazón o dolor).
No se debe
NO SE DEBEN aplicar torniquetes.
NO SE DEBEN administrar estimulantes, aspirina ni cualquier otro medicamento para el dolor a la víctima, a menos que el médico lo prescriba.
Se debe buscar asistencia médica de emergencia si
Se debe llamar al 911 si la víctima tiene una reacción severa como:
Dificultad para respirar, respiración entrecortada o sibilante
Hinchazón en cualquier parte de la cara
Sensación de opresión en la garganta
Sensación de debilidad
Coloración azulada
Prevención
Se debe evitar en lo posible provocar a los insectos.
Se deben evitar los movimientos rápidos y bruscos cerca de colmenas o nidos de insectos.
Se debe evitar usar perfumes y ropa con figuras florales o de color oscuro.
Se deben utilizar los repelentes para insectos apropiados y ropa protectora.
Se debe ser cauteloso al comer en espacios abiertos, en especial con las bebidas azucaradas o en áreas alrededor de colectores de basura que a menudo atraen a las abejas.
Aquellas personas que tienen alergias serias a picaduras o mordeduras de insectos deben llevar consigo un botiquín de emergencia de epinefrina (que requiere receta médica) y los amigos y familiares deben aprender a utilizarlo en caso de una reacción. Igualmente, se debe llevar puesto un brazalete de identificación médica.
CESAR NAVARRO

BEATRIZ GUZMAN

Insectos Útiles
Insectos Curativos
Conocidas son las propiedades curativas del propóleos y del mismo veneno de las abejas, como estimulantes del sistema inmunológico y por su actividad antiviral y antimicrobiana.
Puntualmente, el propóleos combate a cierta bacteria que suele causar úlceras gastrointestinales. Y es eficaz en el tratamiento de infecciones respiratorias.
Pero la abeja no es el único insecto que colabora con la medicina.
El empleo de insectos con fines curativos es una tradición muy marcada entre los orientales. En América viene de tiempos prehispánicos y se mantiene en la actualidad.
Culturas indígenas mexicanas atribuyen a determinados insectos funciones analgésicas, anestésicas, diuréticas y afrodisíacas. Los han empleado y emplean para combatir afecciones digestivas, circulatorias, respiratorias, óseas y nerviosas.
En la medicina naturista, la luciferaza, proteína involucrada en la luz de las luciérnagas se indica para trastornos hepáticos. En homeopatía se prescribe sulfuro proveniente de los grillos, calcio de saltamontes, hierro y potasio de termitas, y vitamina B de hormigas y mariposas. Y así siguiendo.

BEATRIZ GUZMAN

13/Abr/04
Insectos benéficos: uso del veneno de la abeja para curar
TEMAS: Biología, Zoología, Entomología, Insectos, Hymenoptera, Apidae, Abejas
Liliana Fernández Scarcela es una médica uruguaya y al mismo tiempo asturiana. Nació en Montevideo, Uruguay, pero su padre es de Cangas de Onís (Principado de Asturias, España). Desde 1991 ejerce la medicina en el ámbito de las Urgencias y Emergencias Extrahospitalarias (UVI móvil). Pero lo que la convierte en un caso singular son sus conocimientos de apiterapia y la consulta sobre esta materia que tiene abierta en Medicentro Gijón. Es la única profesional de la medicina que aplica científicamente esta terapia natural en España, pero algunos apicultores sí 'pican' con sus abejas, con fines curativos, en ciudades como Madrid o Barcelona.
Liliana, que es apiterapeuta desde 2001, también es postgrado en Reumatología (2 años) y en Medicina Interna (2 años). En la actualidad estudia asimismo acupuntura y moxibustión en el Centro de Estudios de la Medicina Tradicional China (CEMT) en el Colegio Médico de Asturias.
La apiterapia es la rama de la medicina natural que consiste en el tratamiento de la enfermedad utilizando productos de la colmena: la miel, el polen, la jalea real, el propoleos y, sobre todo, el veneno de la abeja (apitoxina). Una disciplina médica que —subraya Liliana Fernández— "contribuye a que el hombre viva en armonía con su entorno desde una rigurosa postura científica y clínica propia de la medicina moderna".
Existen dos formas de aplicar la apitoxina. Con la abeja viva, en la que el paciente recibe la picadura de su aguijón. Y como trabaja ella, con una apitoxina purificada en laboratorio e aplicada mediante inyección subcutánea. Las ventajas de este segundo procedimiento son que "es menos cruento, apenas duele al paciente, y es mucho más fácil de dosificar el veneno", señala la especialista, que trae la sustancia en ampollas de unos laboratorios canadienses.
Las referencias al poder curativo de las abejas son muy antiguas, explica la médica. Aparecen por ejemplo ya en la Biblia, donde se las describe como "farmacéuticas aladas". Los antiguos egipcios tomaban miel para aliviar sus dolores gástricos y en tiempos de Carlo Magno ya se tiene constancia de la utilización de la apitoxina. El médico del emperador le curó a éste la gota haciéndole picar con estos insectos portadores de salud.
En la medicina actual se introdujo en 1840 y se empezó a utilizar para tratar enfermedades reumáticas. La terapia ha conocido un gran desarrollo en EE UU, donde hay en estos momentos 60.000 pacientes, y se ha extendido por países como Canadá, la zona de Europa del Este, Alemania, Francia, Suiza y Reino Unido. En Latinoamérica también se encuentra en Cuba, Brasil y Uruguay.
La apitoxina o veneno de abeja es un potente antiinflamatorio. El veneno de la abeja ha sido estudiado y se conocen sus componentes. Por ejemplo tiene un poder 100 veces mayor que la cortisona, con la ventaja de no tener los efectos secundarios de ésta. Además es un activo agente inmunizante y mejora la conducción de la fibra nerviosa. En la actualidad esta terapia se aplica fundamentalmente a dos grandes grupos de dolencias: reumatismos (artritis, espondilitis, artrosis, fibromialgia, etcétera) y enfermedades autoinmunes (lupus, esclerosis múltiple, etcétera)
La apiterapia tiene sus propias reglas. «Se recomienda un mes de tratamiento por año de enfermedad», explica Liliana Fernández. Además, las inyecciones se complementan con otros productos de la colmena como la miel, el polen, la jalea real o el propolios.
Liliana aplica en su consulta los protocolos, sólo al alcance de especialistas de la medicina, en países como Estados Unidos, Canadá y el resto de Europa. En la primera sesión se recoge la historia clínica del paciente y se le realiza el test de alergia. Si da negativo, el paciente se va con la primera dosis.
La dosificación depende del peso de la persona. Lo que no se puede esperar de esta terapia son milagros. La cura depende del tiempo que lleve la afección que se quiere combatir. Más información:Veneno de abeja para curar
[ Esta página se accede desde http://axxon.com.ar/mus/Insectos.htm ] [ Visite también http://axxon.com.ar/axxon.htm ]Esta página se puede reproducir libremente con la única condición de que se coloque un link de texto apuntando a http://axxon.com.ar/mus/Insectos.htm



fV25=1