Modificaciones del Aparato bucal
Existen varias formas de catalogar los diferentes tipos de aparatos bucales que han desarrollado los insectos a través de su evolución. Podemos distinguir dos arreglos básicos, el primero se da en los insectos entognatos en donde las piezas se encuentran por completo dentro de la cápsula cefálica y no son visibles desde afuera, como ocurre en los órdenes Protura y Collembola. En los insectos ectognatos, las piezas bucales se encuentran más expuestas y se pueden apreciar desde afuera, a los lados de la parte inferior de la cabeza. La mayoría de los insectos han seguido esta última tendencia y además, algunos grupos han desarrollado variaciones impresionantes en el arreglo forma y tamaño de las mandíbulas, las maxilas y el labium, de acuerdo a la forma en que se alimentan. Los insectos ectognatos presentan dos modificaciones básicas: a) El aparato bucal del tipo masticador y b) El aparato bucal del tipo chupador.
Aparato bucal Masticador
En este caso, los apéndices usualmente se encuentran completos con algunas modificaciones secundarias, se mueven lateralmente, con un diseño apropiado para cortar y macerar alimentos sólidos. Los depredadores están armados con dentículos afilados en las partes apicales de las mandíbulas para atrapar con mayor facilidad a su presa. En cambio en los insectos consumidores de plantas o fitófagos, los dentículos no son menos puenteagudos. Sus mandíbulas tienden a ser obtusamente anguladas para cortar, y junto con los molares, desmenuzan el alimento. Aparte de su función básica en el proceso de alimentación, también hay modificaciones sustanciales para la defensa, el cortejo, la construcción de refugios o nidos, e incluso el apareamiento. El aparato masticador es el más primitivo y se encuentra en los adultos de los órdenes Thysanura, Diplura, Collembola, Orthoptera, Dermaptera, Psocoptera, Isoptera, Neuroptera, Mecoptera, Trichoptera, Coleoptera e Hymenoptera, así como en los estados larvales de muchos insectos. Unos pocos insectos mandibulados como las abejas y algunas larvas, obtienen su alimento en forma líquida por medio de la succión a través de un canal formado por el resto de las partes bucales. A este sistema se le denomina como masticador chupador. En las abejas, el labium y las maxilas se han modificado en una estructura parecida a una lengua, móvil y extensible para chupar el néctar. Las larvas de la hormiga león (un neuróptero de la familia Myrmeleontidae), tienen las mandíbulas y las maxilas alargadas y succionan los fluidos de sus presas a través de un canal en medio de las estructuras. Algunas larvas de escarabajos de la familia Dytiscidae también chupan los fluidos de sus presas a través de canales en las mandíbulas.