miércoles, 9 de mayo de 2007

Beatriz Guzmán

Los Insectos por Dentro
Metamorfosis
Se denomina metamorfosis al conjunto de transformaciones externas e internas que sufre el insecto desde el huevo al estado adulto.
Los que tienen una metamorfosis muy simple, porque ya nacen con aspecto de adulto, se denominan ametábolos. Por ejemplo, los tisanuros o pescaditos de plata.
Los insectos de metamorfosis incompleta o hemimetábolos se caracterizan porque en sus estados juveniles son ninfas. Una ninfa es casi siempre bastante parecida al estado adulto –llamado imago-. Por ejemplo, ya tiene ojos del tipo de los adultos y no ocelos como las larvas; ya tiene verdaderas patas; ya tiene esbozos de alas. Este tipo de desarrollo muestran las chinches, las langostas, los pulgones...
Por último, los de metamorfosis completa (holometábolos) pasan por varias etapas. En estado larval son muy diferentes de los adultos: no tienen ojos compuestos, ni patas, ni esbozos de alas.
En el camino hacia su estado adulto cambian su cutícula (la delicada piel que los recubre) entre una y 23 veces según la especie.
Después de la etapa larval, sucede la pupación: el insecto construye un capullo o elemento similar y dentro de él sufre cambios profundos, hasta que un día sale ya transformado en adulto. El ejemplo más conocido es la mariposa que surge del gusano de seda.

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